"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"
"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

sábado, 25 de enero de 2014

Los espejos de feria no siempre son graciosos

Seguro que alguna vez has ido a una de esas ferias en las que hay unos espejos que deforman la figura, colocados unos al lado del otro y por los que se va pasando poniéndose  delante y mirando la imagen que cada uno refleja, lo cual generalmente produce una carcajada…o dos..o tres.. o más.
 
Las ondulaciones o curvaturas que tienen es diferente y producen una distorsión de la imagen que reflejan. Puedes verte muy alargado en todas las partes de tu cuerpo, o con deformidades como con unas piernas muy cortas y unos brazos enormes, unos hombros estrechos y unas caderas exageradas, un ensanchamiento general que parece reflejar un balón más que una figura humana. Gracioso, muy gracioso. Claro muy gracioso si te quedas solo unos instantes mirándote. Porque si permaneces un poco más la dimensión graciosa pasa a convertirse poco a poco en ridícula, grotesca, incluso desagradable.
 
¿Te imaginas permanecer un día entero ahí delante de los espejos sin salir al exterior y con la única posibilidad de cambiar de espejo en el que te pones delante? ¿Soportarías 24 horas reflejos de TU PROPIA IMAGEN diferentes entre sí y con las que no te identificas? ¿ Y si en vez de 24 horas permaneces 17 años?
 
El otro día trabajando con un adolescente “visualicé” la sala de los espejos. Creo que fue una de las metáforas más vívidas que he podido experimentar. Pongamos que se llama Jose y que tiene 17 años. Hace muchos años que le conozco y tiene un “expediente” digno de película en el que no faltan hurtos, consumo, amenazas a su familia, violencia, fama de chico malo, absentista, un tipo guay, un colega legal con el que reírse un montón y…..absolutamente respetuoso, atento, amable, puntual a sus citas conmigo, confiado. ¿Es el mismo José que me cuentan los padres, educadores, amigos de hazañas que también conozco, profesores, etc.?
 
Parece que hubiera una sala de espejos en su vida que le devuelven una imagen de sí mismo totalmente diferente. Unos magnificándole haciéndole ver grande y poderoso, como sus amigos, con los que se ha tenido que ganar un lugar para hacerse valer y respetar aunque ello suponga ser un poco "matón "y un experto consumidor de marihuana. Otros como sus padres reflejándole una figura grotesca e irregular parecida a un ogro agresivo, amenazante, peligroso. Algunos más como los profesores devolviéndole una imagen de sí de gigante que lucha contra molinos de viento con el que no se puede ni hablar ni razonar. Y no falta quien le refleja una imagen chiquitita, menguada, insignificante, poco merecedora de ser tenida en cuenta.
 
Cada uno de los espejos tiene sus razones para verle así, ¡tampoco vamos a santificar a nadie sin pasar por el Vaticano! Pero…¿Es una imagen parcial o total la que le reportan? ¿Por qué tantas imágenes distintas?¿No parecen diferentes fragmentos de un mismo espejo?¿Y él cómo acaba viéndose?
 
Su historia de maltrato recibido en sus propias carnes y que narra con una rabia que no deja impasible a quien le escucha, la incompetencia parental para contener y poner límites, la falta de red sociofamiliar protectora, su baja estatura que provocaba burlas y mofas de niño, la falta de referentes….¿Sigo? No hace falta. Pero EL PROBLEMA es que él mismo no sabe quien de todos es. ¿O son todos a la vez? ¿Se puede ser respetuoso y delincuente?¿Se puede ser amable y violento? Y si es así ¿Cómo crear una identidad propia que garantice una mínima estabilidad emocional y personal. ¿Es víctima o verdugo? ¿Los verdugos pueden ser víctimas?¿Y si son víctimas cómo se les ha de juzgar?
 
Nos vamos forjando como personas con la mirada que los otros nos devuelven pero cuando las miradas son no sólo diferentes sino incompatibles....¿Como puede saber Jose cuando está ante un espejo "normal" que, reconociendo sus imperfecciones, no impida que puedan darle una imagen completa, valorando también la belleza que posee?
 
Intentando averiguar cómo funcionan los espejos, he leído que los espejos planos reflejan los rayos de luz directamente a los ojos, mientras que los irregulares (cóncavos, curvados) lo hacen en diversas direcciones. Decía una frase literalmente "cuando una persona se mira al espejo, su cerebro actúa como si alguien idéntico a ella estuviese parado detrás de aquel. En un espejo plano, la imagen parece estar a la misma distancia hacia atrás que la persona parada al frente. En cambio, un espejo convexo hace que los rayos se desvíen y la imagen parezca más lejana, en tanto que uno cóncavo hace que los rayos converjan y el reflejo se vea más cerca".
 
Igual ocurre en las relaciones con los niños y niñas. Hay que tener (y ellos tienen que percibir) la suficiente distancia afectiva y física que permita promover un estilo de apego seguro, pero sin que sea tanta la proximidad que el niño tenga que desarrolla estrategias para defenderse del medio como pueda. Cuando eso ocurre 17 años, y se da simultáneamente con otros factores que contribuyen a crear una cortina de humo en el espejo interno, es difícil aprender a mirarse con la nitidez y claridad necesarias para crecer sintiéndose mínimamente querido y querible. No podrá aprender a mirarse a sí mismo así mientras no cambien las miradas y reflejos de su persona que le llegan.
 
Mirando a los ojos como los espejos planos, para ver el interior, para generar una comunicación abierta y directa, para generar confianza, para detectar lágrimas cuando hay sufrimiento, para compartir la luz de la ilusión de la infancia que transmiten los ojos que reciben amor.
 
¡Quizás estamos creando una nueva competencia parental (y social) no definida que podría llamarse "Focalización afectivo/educativa"! Pero no deja de ser más de lo mismo que hablamos en este y otros blogs hermanos sobre el buen trato...
 
Feliz semana.

viernes, 17 de enero de 2014

"Los niños necesitan más nuestra atención y cariño cuando menos lo merecen sus actos"


"Los niños necesitan más nuestra atención y cariño cuando menos lo merecen sus actos" (Aletha Solter).
Esta frase me ha cautivado porque resume en pocas palabras todo un tratado de educación parental. Nos complicamos la vida buscando investigaciones, estudios, proyectos (que también son necesarios pero sin abandonar la reflexión del sentido común)…tratando de entender a nuestros niños y niñas y sus conductas sin ver lo más sencillo.
Todo acto inadecuado de un/a niño/a lleva detrás un sentimiento que no puede manejar y la responsabilidad de un adulto que ha de ser sensible a ello, bien porque se haya frustrado en el colegio, o haya tenido un mal día con los amigos, o, simplemente, porque necesitan que le hagan caso y le abracen y no sabe como decirlo. La mentira, la agresión, la falta de control son sólo señales de humo, el fuego está dentro.
Soy de la opinión de que no existen unas pautas educativas valederas de manera universal. No hay dos hijos/as que se críen igual en el mismo entorno.
Como mucho existen “pócimas”, que bien administradas, pueden surtir efecto a la hora educar. Bien sabemos que las pócimas llevan ingredientes secretos que convenientemente mezclados pueden hacer hechizos. De los ingredientes que yo conozco para educar hay 4 imprescindibles: el amor, la aceptación, la paciencia y la perseverancia…y después todo lo demás en función del niño/a que tengamos delante con esa increíble variabilidad de temperamentos y circunstancias de su historia personal y familiar.
Hoy me he topado navegando por la red con alguien que no puedo pasar por alto: Aletha Solter. Además de autora de esa frase tan bonita del inicio he descubierto que defiende una filosofía de educación conocida como La Educación Consciente (en inglés Aware Parenting) . En la página de la psicóloga Laura Díaz de Entresotos Bajo quien ha traducido los libros de Aletha Solter  (http://www.educacionconsciente.es/ecwp/?cat=14) es descrita como "una filosofía de educación que ofrece no solo una forma distinta de hacer, sino una forma distinta de mirar y entender las relaciones entre padres e hijos”ya que cuestiona muchos de los planteamientos tradicionales o más convencionales de educar a niños y niñas como los castigos y recompensas o el tiempo fuera.
Según se recoge en la página de Laura Díaz, los principios de la Educación Consciente son:
  1. Los padres conscientes satisfacen las necesidades de contacto físico de sus niños y saben que no los van “estropear” o a “malcriar” de esta manera.
  2. Los padres conscientes aceptan toda la gama de emociones de sus hijos y los escuchan sin juzgarlos, permitiendo las expresiones de sus sentimientos. Se dan cuenta de que no pueden prevenir toda la tristeza, la rabia o la frustración de sus hijos, y no intentan parar las manifestaciones de sus sensaciones dolorosas, expresadas a través del llanto o las rabietas.
  3. Los padres conscientes ofrecen el estímulo apropiado en función de la edad de sus hijos, y confían en la habilidad de sus hijos para aprender a su manera y a su propio ritmo. No intentan apresurar a sus hijos rápidamente hacia nuevas etapas en su desarrollo.
  4. Los padres conscientes ofrecen motivación a sus hijos para que aprendan nuevas habilidades, pero no juzgan sus logros con críticas o “alabanzas evaluativas”.
  5. Los padres conscientes pasan tiempo todos los días con sus hijos, dándoles su completa atención. Durante este tiempo especial y cualitativo, observan, escuchan, responden, y participan en el juego de sus hijos (cuando son invitados), pero evitan dirigir sus actividades.
  6. Los padres conscientes protegen a sus hijos contra los peligros, pero no intentan prevenir todos los errores, problemas, o conflictos de sus hijos.
  7. Los padres conscientes animan a sus hijos a resolver sus problemas de forma autónoma y les ayudan solamente cuando están necesitados. No solucionan los problemas de sus hijos para su propia satisfacción.
  8. Los padres conscientes fijan fronteras y límites razonables, dirigen suavemente a sus hijos hacia comportamientos aceptables, y consideran las necesidades de todos cuando solucionan un conflicto. No controlan a sus hijos con sobornos, recompensas, amenazas, o castigo de ninguna clase.
  9. Los padres conscientes saben cuidar de sí mismos, y son honestos con sus propias necesidades y sentimientos. No se sacrifican hasta el punto volverse resentidos.
  10. Los padres conscientes se esfuerzan en darse cuenta de las maneras en las cuales su propio dolor de la niñez interfiere con su capacidad para ser buenos padres, y hacen esfuerzos conscientes para evitar pasar sus propias desdichas a sus hijos

Por otra parte, los 3 pilares de la Educación Consciente son:

Paternidad basada en el apego
  • Parto natural y vínculo temprano.
  • Mucho contacto físico.
  • Lactancia prolongada.
  • Respuesta rápida al llanto.
  • Sensibilidad a las necesidades del niño.
Disciplina no punitiva
  • Sin castigos de cualquier tipo.
  • Sin recompensas o sobornos.
  • Búsqueda de las necesidades y sentimientos subyacentes.
  • Gestión de la ira de los padres.
  • Resolución pacífica de conflictos (reuniones familiares, mediación, etc.)
Curación del estrés y el trauma
  • Reconocimiento del estrés y el trauma (incluyendo las necesidades no satisfechas) como las causas primarias de los problemas de comportamiento y emocionales.
  • Énfasis en la prevención del estrés y el trauma.
  • Reconocimiento de los efectos curativos del juego, la risa y el llanto en el contexto de una relación de amor entre padre e hijo.
  • Escucha empática y aceptación de las emociones del niño.
Se puede encontrar una descripción de esta filosofía de la Educación consciente en los tres libros de Aletha Solter: Mi bebé lo entiende todo, Mi niño lo entiende todo, LLantos y rabietas. Fecha de publicación: 2002, Ediciones Medici, Barcelona, España. (Titulos en inglés: The Aware Baby, Helping Young Children Flourish, y Tears and Tantrums.)
 
Reconozco que no he leído los libros pero que los pondré en mi bandeja de salida en la mesita de noche para leerlos cuando me sea posible.

 Quizás no importa tanto qué nombre se le pone a este tipo de educación (sin desmerecer la aportación de esta autora) pero lo cierto es que los principios que promulga y sus pilares tienen mucho que ver con la parentalidad competente, el buen trato y por ende con la resiliencia. Y sobre todo con tomar consciencia de ser padres y madres y también con tener una actitud y modos de actuación "conscientes" en el literal sentido del término con su acepción de responsables.
 
Además, me parece especialmente válida para todos los niños y niñas pero especialmente para aquellos que han sufrido experiencias de abandono o maltrato.

Seguiremos informando. Como dicen los telediarios...

lunes, 6 de enero de 2014

El sembrador de estrellas... o lo que tú quieras

Hoy, día de Reyes, me han hecho -entre otros- un regalo que quiero compartir en esta primera entrada del año: Un email que, como si de una niña pequeña con sus regalos se tratara, me ha hecho ilusión (ayer mismo una de mis hijas decía que la ilusión no tiene edad, por lo que puedo permitírmelo).
 
El mensaje no tenía texto personalizado, solo unas frases y dos fotos.
En la primera imagen se veía una estatua en un parque que fue levantada en homenaje al pintor impresionista esloveno Iván Grohar, inspirada a su vez en la pintura al óleo llamada "Sejalec" (El sembrador) y que al mismo tiempo representaba a una fotografía tomada en 1906. 
   "Sejalec", óleo pintado en 1907
 
La escultura "El sembrador de Estrellas ”es una estatua de bronce que está en Kaunas, Lituania.  En el lugar donde se encuentra ubicada, por el día puede observarse la figura de un hombre, obviamente como si estuviera sembrando...

La estatua no tendría nada demasiado original si no fuera porque otras manos diferentes a las del autor modificaron su entorno haciendo que cobrara otro sentido, que transformara el resultado final visible a los ojos de quien por allí se acerca (dependiendo del momento del día, ahora veréis). De día, la obra se ve como en la foto anterior.
De noche, cobra un nuevo sentido, la estatua justifica su nombre..
El autor de las estrellas - que no de la estatua- es Morfai, un  artista urbano quien, pintándolas posteriormente en la pared, ha dado a la estatua un segundo significado al permitir un inteligente juego de sombras. La luz que le llega por la noche transforma la obra, la magnifica. ¿Cómo? Colocando las estrellas en el lugar adecuado, en la forma adecuada, en el tamaño adecuado...de manera que se  forme una escena más integral, más exacta, más expresiva... y con otro significado.
Sobre las dos fotografías...¿Ilusión óptica?¿Esperanza resiliente?
 Ilusión, dice la RAE que puede tener como acepción:
1) Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos
2)  Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo
La primera definición vendría a decir que se trata tan sólo de unas imágenes de una estatua en la que el juego de luces y sombras produciría un efecto óptico interesante.
La segunda acepción deja abierta la posibilidad la metáfora de la resiliencia. Me quedo con esta.
Y al mirar las dos fotos, la ilusión me da permiso para imaginar y pensar lo que yo quiera..
-que es posible modificar el significado de las cosas (y las historias) modificando el entorno
-que hay que mirar desde diferente perspectiva a veces para ver las luces y fortalezas de las personas
-que aunque el sembrador no lo vea, la luz que deja a su paso en un futuro iluminarán el camino
-que a veces tenemos estrellas junto a nosotros aunque no las veamos
-que ante la oscuridad/adversidad siempre sale una luz interior de la que no éramos conscientes en otros momentos de nuestra vida.
 
¿Y tú que piensas?
 
Feliz año y feliz siembra de estrellas
 
  


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