¡¡iDiver-capacidad!!! Bonita
palabra. Suena algo así como a capacidad para divertirse, lo que debería acompañar cualquier situación en
la que un niño o una niña pueda mostrar alegremente sus capacidades. Mostrar a
los otros lo que sabes, lo que puedes hacer, las habilidades en las que
destacas… poniendo el foco no en las limitaciones sino en las fortalezas.
Pero la diver-capacidad en
esta entrada tiene que ver con la conjunción de dos vocablos: DIVERSIDAD Y
DISCAPACIDAD.
Entender qué es la discapacidad puede ser más fácil:
Significa que hay una limitación en alguna de las capacidades que tenemos todas
las personas: hablar, caminar, relacionarnos, comportarnos cuando estamos junto
a otras personas, ver, oír… Esta limitación (que puede ser debida a que, por ejemplo,
alguna parte de nuestro cuerpo está dañada y no funciona bien) implica que la
persona que la sufre tenga dificultades para hacer algo o bien, no pueda
hacerlo como el resto.
Por este motivo lo correcto es
hablar de personas
con
discapacidad, nunca de discapacitados: porque a pesar de que alguien pueda
tener una limitación para ver, por ejemplo, tiene otras muchas capacidades: puede
caminar, oír, jugar, trabajar…
Por cierto, ¿Sabías que Nemo,
el protagonista de una conocida película de dibujos animados tenía una discapacidad?
Nació con una aleta más pequeña con la que le resultaba más difícil nadar como
los otros peces. Su padre era muy sobreprotector y no confiaba demasiado en las
capacidades de Nemo. Eso producía en el pequeño pez mucho dolor hasta el punto
de llegar a rebelarse a la actitud de su padre corriendo con ello serios
peligros. Para Nemo, tener una discapacidad no era sinónimo de ser inútil, de ser tonto o de ser poco importante. Tenía otras cualidades muy valiosas más allá de su pequeña aleta malformada.
¿Imaginas un fondo marino en
el que todos los peces fueran del mismo color, tamaño y forma? La diferencia es
lo que enriquece, da vida, colorido.
Y aquí entra en juego la
DIVERSIDAD.
Diverso es sinónimo de diferente, pero ser diferente no siempre es fácil. El mundo es diverso, sí. Todos somos únicos, diferentes, irrepetibles. Pero la integración no es una palabra que acompañe a todos los niños y niñas en su entorno. Burlas, obstáculos, dificultades añadidas a la ya dura tarea de ser niño o niña, hacen que ser diferente sea a veces una gran adversidad...
Diverso es sinónimo de diferente, pero ser diferente no siempre es fácil. El mundo es diverso, sí. Todos somos únicos, diferentes, irrepetibles. Pero la integración no es una palabra que acompañe a todos los niños y niñas en su entorno. Burlas, obstáculos, dificultades añadidas a la ya dura tarea de ser niño o niña, hacen que ser diferente sea a veces una gran adversidad...
El libro “Diferentes. Guía ilustrada sobre la diversidad y la discapacidad”, escrito por Angels Ponce e ilustrado por Miguel Gallardo es una Guía elaborada por OHL y Fundación
Adecco para la sensibilización y el acercamiento de valores que ayuden a la
integración de las personas con discapacidad en la sociedad. Está dirigido a
niños de 4 a 8 años y sus padres, si bien en mi opinión se trata de un
magnífico material de trabajo en todas las edades.
De una manera amena y muy
clara con ilustraciones, aborda temas como lo importante de
entender que todos tenemos capacidades diferentes y dificultades para algunas
cosas, que la diversidad está en todas las partes, y que a pesar de ello, todas
las personas, con discapacidad o no tenemos muchas cosas en común.
Muchos niños y niñas con
síndrome de Down, lesión medular, autismo, ceguera, TDAH (trastorno por Déficit
de atención con hiperactividad), etc., superan cada día con optimismo, alegría,
buen humor, motivación…gracias a que los que le rodean le transmiten afecto y
confianza.
Las cualidades
personales más importantes que facilitan la resiliencia, según se recogen en
algunas investigaciones, tienen que ver con:
a) autoestima
consistente;
b) convivencia
positiva, asertividad, altruismo;
c) flexibilidad
del pensamiento, creatividad;
d) autocontrol
emocional, independencia;
e) confianza en
sí mismo, sentimiento de autoeficacia y autovalía, optimismo;
f)
locus de control interno, iniciativa;
g)
sentido del humor;
h) moralidad.
Estas
y otras características individuales asociadas a la resiliencia no son innatas
sino que proceden de la educación y, por lo tanto, pueden aprenderse. Familia,
escuela y sociedad tienen por tanto un papel importante en la promoción de la resiliencia.
No podemos olvidar que las cualidades que llevan a la resiliencia se construyen en la relación con el otro, que para bien o para mal estamos modelados por el trato y las miradas de los demás.
Un
buen ejemplo de iniciativa para la promoción de personas con discapacidad es el
siguiente vídeo editado por la Junta de
Andalucía que os recomiendo veías y compartáis ,principalmente el lema final
de la canción:
“SEAN CUALES SEAN NUESTRAS DIFERENCIAS, FACILITEMOS LA
CONVIVENCIA”.
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