Hola a todos y todas. En primer lugar desearos un Feliz Año Nuevo y que los 365 días del mismo podáis disfrutar, reír, soñar y sobre todo amar.
Retomo el blog a propósito de las dichosas rebajas tan típicas de estas fechas. Dichosas porque son causa y efecto de dicha, entendida como ese estado de ánimo y satisfacción próximo a la felicidad. A todos nos gusta conseguir alguna ganga a buen precio, disfrutar levantando prendas de un montón hasta encontrar esa que de repente se convierte en "lo que necesitabas". Solo que las rebajas que propongo hoy tienen que ver con pautas educativas de padres y madres y no de ropa o de artículos del hogar!!!
Todo esto viene de hace tiempo. Por mi trabajo en ocasiones tengo entrevistas con papás y mamás desbordados, cansados, agobiados por la conductas de sus hijos y/o hijas. En ocasiones son adoptados, otras de acogida, a menudo biológicos...pero todos ellos y ellas niños y niñas, solamente eso ( y nada más y menos que eso!!).
Me entristece escuchar a los adultos cuando dicen que no pueden más, que sus hijos les provocan, les hacen daño con su conducta o simplemente que son desagradecidos y maleducados. Un hijo o hija no debe nunca agradecer (en el sentido de deuda) los afectos de sus cuidadores, no es un favor, ni una transacción ni por supuesto un acto de compasión. Con pasión sin embargo deberían ser los gestos de amor e incondicionalidad de los adultos hacia los niños y niñas, cuando son obedientes pero sobre todo cuando no lo son. Los afectos no son moneda de intercambio, emanan del interior cuando se siente amor hacia el otro, con independencia de la conducta. Os recuerdo la frase tan bonita de Amanda Céspedes que decía "Los niños merecen más nuestra atención y afecto cuando menos los merecen sus actos" a la que dediqué una entrada en el blog.
Escuchar esta semana a un niño decirme delante de sus padres que tenía miedo que le volviera a pegar su progenitor, que temía que le diera un correazo, me llegó al alma. Casi tanto como cuando otro niño esta misma semana me decía "¿verdad que me he portado peor que nunca?" buscando mi enfado y rechazo inmediato a su persona llamando la atención durante toda la sesión. ¿Cómo atribuir maldad a la conducta de los niños y niñas? No hay niño ni niña malos, sólo tienen una mala conducta, que en la mayoría de ocasiones ni ellos mismos entienden, ni saben gestionar, ni desean. ¿Por qué los adultos juzgamos a los niños y niñas con el mismo rasero que a los de nuestra edad? Y si un niño o niña tiene algo de malicia o picardía parémonos a pensar porqué es así, qué experiencia de vida ha tenido para aprender esa estrategia. No son más que trajes, caretas en forma de defensa que hacen que mientan, rompan cosas, contesten mal o molesten. La conducta inadecuada de un niño o niña es SIEMPRE responsabilidad de uno a más adultos que no han sabido educar, le han dañado o no han sabido entender sus emociones y leer entre líneas lo que les pasa en su mundo interior. Cuando eso se cronifica aparecen los niños y niñas "maleducados", "imposibles", "insoportables". Incluso aquellos/as que presentan algún tipo de patología o trastorno es responsabilidad de los adultos de su entorno la atención de sus necesidades en cuando a límites, normas, tratamientos médicos o farmacológicos (en caso de ser necesarios).
Por todo esto y porque estamos en épocas de rebajas, quisiera que si lees esto y está bajo tu cuidado un niño o niña, que re-bajaras de tu repertorio de conductas las cosas que a continuación recojo. Seguro que te llenará de dicha, además de satisfacción personal, comprobar que seguir estos consejos puede tener resultados espectaculares. Re-bajar o lo que es lo mismo, disminuir e incluso eliminar determinado tipo de reacciones adultas que no solo no educan sino que dañan es lo que te pido. Aquí van las "ofertas":
- 1. NO UTILIZAR NUNCA EL CASTIGO FÍSICO. Emplear la fuerza en forma de bofetada, palmada en el culo, manotazo o cualquier otra expresión de agresividad hace un daño irreparable en tu hijo/a. Duele más a nivel de corazón que a nivel físico. Quizás yo no te convenza lo suficiente por lo que párate un momento a ver esta publicación de Save the Children, "Educa, no pegues", una guía que seguro que será una gran adquisición para ayudarte a ser padre o madre. En cualquier caso, y por supuesto entendiendo que tienes derecho a enfadarte y poner límites y aplicar consecuencias, pegar a un niño o niña no es más que un acto de cobardía, de impotencia y de mala gestión de la rabia.
- 2. CAMBIA TU LENGUAJE PARA ENSEÑAR A REFLEXIONAR. Te invito a que cambies la frase "estoy enfadado/a" por "estoy triste" para ayudar al niño a niña a entender que su conducta tiene repercusiones en los demás. El enfado es asociado en muchas ocasiones con dejar de querer. Piensan que si los adultos se enfadan pueden llegar a rechazarles y eso no puede ser ( y si es así, si odias a tu hijo o le rechazas cuando se porta mal háztelo mirar, el amor debería ser incondicional aunque sus actos sean inadecuados).
-3.NO MEZCLES TEMAS. ¿Sabes lo que hacen las vacas cuando comen? Se llama regurgitación y es lo que hacen muchos padres y madres que no resuelven los conflictos con sus hijos/as y vuelven a traer al presente cosas que los pequeños/as hicieron antes (generalmente inadecuadas) para echar en cara y sumar enfados. Esto vuelve a ser un acto de cobardía adulta, buscar argumentos "regurgitantes" que lo más que hacen es dañar la estima de los hijos/as. Una cosa es recordar que no es la primera vez que pasa, que se espera que haya un cambio, etc.,... y otra que se convierta en crítica recurrente.
-4. NO UTILICES EL CHANTAJE EMOCIONAL. La conducta de un niño o niña no puede "matar a disgustos" a un padre o madre, ni consigue que enferme ni que se vuelva loco/a. Y si algo de esto pasa, es seguro, pero de verdad, seguro, seguro, que no es SOLO por la mala conducta del niño o niña, sino que habrá otros factores estresores o patológicos o una mala gestión de las emociones que hace que los adultos se encuentren tan mal.
-5. APRENDE A ENFADARTE. No es fácil, lo sé. Pero si tú aprendes a enfadarte bien, tu hijo aprenderá a hacerlo también. No podemos pedir a los pequeños que estén calmados si no somos capaces de hacerlo nosotros!!. Relajación, respiración, relativización de importancia de las situaciones, comunicación adecuada. No dejes de ver este video que, además de ayudarte a tí seguro que le viene bien a tu hijo o hija:
Bueno, espero que las re-bajas vayan bien. Un abrazo!!
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