“El viaje de la vida es mucho más que simplemente sobrevivir”.
Esta es una de las preciosas frases del libro Ping, una rana en busca de una nueva charca, escrito por Stuart Avery Gold
de la editorial Martínez Roca (2006)
¿Qué por qué os hablo de este libro? Hace unos días, en el
grupo Resiliencia (grupo de Facebook muy recomendado si aún no lo conoces y administrado por Pilar Surjo de Bunes, excelente
persona y mecenas de la Resiliencia) surgió la propuesta de elegir un libro o película, canción, etc.
que hubiera sido importante en nuestro encuentro con la resiliencia. Cabe decir que la invitación se encuadraba dentro del RESITEQUE, un neologismo
gracioso que nació en una divertida conversación virtual en el grupo, y que viene a ser algo así como un guateque de resiliencia (este es el mejor
ejemplo de cómo unas cuantas mentes con sentido del humor y apasionadas por el
paradigma de la resiliencia, van elaborando ideas afines y eliminando las
barreras geográficas para encontarse). Bueno, para no desviarme del tema, Pilar sugirió a los
miembros del grupo que compartieran la siguiente propuesta:
“la idea es que propongamos, algo así como un tutor
"cultural" de resiliencia. Algo como una canción, un libro, una
película, una afición, una obra de arte, que haya provocado en nosotras/os,
aunque haya sido de forma efímera, ese encuentro con una/o misma/o y un renacer
psicológico ante la adversidad o trauma.
Como dice Vanistendael, cuando se refiere a la capacidad para descubrir
un sentido en la vida como una clave para la resiliencia, la belleza, bajo
todas sus formas, bajo todos sus gustos como vínculo con la vida puede
contribuir al sentido." La naturaleza, la puesta del sol, la música, la
poesía, la pintura...El gusto por la belleza no es una cuestión de élites ...y
puede ser vital para los más desposeídos".
Preciosas palabras para una preciosa idea que rápidamente tuvo
respuesta de algunas personas que siguen el grupo y que por supuesto me invitó
a mí misma a pensar cuál era ese libro que yo recomendaría. Y la respuesta me
surgió rápidamente: Ping, la rana en busca de una nueva charca. Cuando leí por primera vez este libro me cautivó. Y eso
que entonces no era consciente de que la narración del mismo tiene mucho que
ver con la resiliencia, esa palabra que más tarde incorporaría no solo a mi vocabulario sino
también a mi profesión, vida personal y aficiones.
Os animo de verdad a que leáis la historia de Ping, una rana
que vivía en una charca que estaba quedándose poco a poco sin agua y que, a
diferencia de otros animales conformistas, decidió buscar el modo de cumplir su
sueño, de encontrar un lugar donde poder ser más feliz.
A esta rana a la que le gustaba pegar enormes saltos le faltaba
el agua que en otro tiempo tuvo en la charca y no se resignaba,
sino que deseaba tener lo que ella llamaba una vida de gracia, para lo cual hay
que poseer dos cosas: un fuerte deseo de vivir la mejor vida posible, y la
voluntad de vivirla así, todos y cada uno de sus días. Ping tenía ya ambas
cosas. Lo que no tenía era agua. Y necesitaba agua para saltar. Por lo que
decidió emprender el camino. Hacer frente a la adversidad.
Si tomáis la decisión de leer el libro, veréis que en ese
camino Ping encontró alguien que resultó ser significativo para él, un búho que
representa las cualidades que posee un tutor de
resiliencia. ¿Por qué pienso esto de Búho?. Para que lo entendáis compartiré
tan sólo algunas de las citas que se recogen en la obra respecto a la relación de Búho con Ping:
-“Como mentor, Buho era consciente de que su trabajo consistía en proporcionarle no sólo lecciones, sino también infundirle ánimo y enseñarle a ser paciente.”
- "Búho le explicó que para experimentar lo asombroso hay que aceptar riesgos. Estos transforman la oportunidad en realidad. De todas maneras, tuvo mucho cuidado en hacerle entender la importancia de ser totalmente consciente de las consecuencias de arriesgarse".
-Decía Búho a Pig: “No rechaces la posibilidad y atesórala, has de entender que los errores se pueden superar, pero la falta de acción encarcela el alma. Recuerda que siempre sentirás más aquello que no has hecho que lo que sí. De nuevo te digo que debes hacer para poder ser”.
-“Haz tuya la filosofía de que errar es uno de los más fantásticos maestros de la naturaleza. Del mismo modo que el agua alimenta a todo sin esfuerzo, equivocarse enriquece, imparte verdad, sabiduría, intuición y conocimiento que te ayudarán a crecer. Considera los errores como aprendizaje, ni más ni menos.”
-"Para controlar tu destino, antes debes controlar tus pensamientos. Lo que piensas y cómo lo piensas determinará tu futuro".
No sigo contando más, prefiero que descubráis vosotros/as la
historia que aún hoy después de haberla leído varias veces continúa
conmoviéndome. Podríamos decir que este libro y sus enseñanzas serían como el
germen que un día, hace muchos, muchos años, acabaría relacionándome con esta
bonita palabra llamada RESILIENCIA. Una historia en la que se entremezclan adversidad, esperanza, introspección, iniciativa, confianza en el otro, superación...
Y el que sea un búho el tutor de resiliencia del
protagonista coincidiendo con el nuevo diseño del blog puede o no ser
coincidencia…
P.D. Hay en internet otra traducción en español del libro original que tiene por título "Ping, una rana en busca de una nueva laguna" y en la que no existe una total concordancia en la traducción con el que se comenta en esta entrada, por lo que , aunque el sentido es el mismo, las frases no lo son.
Gracias por vuestra recomendación, estamos deseando poder leerlo. Un abrazo!!!
ResponderEliminarEspero que os guste. Es un libro sencillo pero con ese tipo de enseñanzas que hacen reflexionar: la importancia de mirar para dentro de uno mismo, la autoconfianza, el valor de tener iniciativa, lo valioso de seguir las orientaciones del otro significativo, el sentido que se le da a las cosas... En fin, ya me diréis si es de vuestro agrado e interés. Un abrazo!!!
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