"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

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sábado, 23 de marzo de 2013

El héroe de goma

 Cuántas veces habremos soñado con ser de goma y poder llegar allá donde nuestras manos no alcanzan o estirarnos para estar en dos sitios a la vez! O simplemente para demostrarnos a nosotros mismos y a los otros que lo que nos ocurre no nos afecta demasiado, que las adversidades rebotan en nosotros devolviendo el impacto como si nada hubiera ocurrido. Algo así como invulnerables a las dificultades.



Esa invulnerabilidad de la que hablaban los primeros investigadores sobre resiliencia pensando que había personas con unas características fuera de lo común que les hacía superar los problemas de una forma sobrehumana. Así le ocurre al protagonista del cuento El héroe de goma (escrito por Begoña Ibarrola y editado por el Imserso en 2008)  Alder, un niño de doce años que quisiera ser un superhéroe para afrontar de manera diferente sus propias limitaciones, para tapar ante los ojos de los demás lo difícil que es para él las tareas cotidianas que para otros son sencillas.


 

¿Cómo puede afrontar un niño la difícil tarea de saberse diferente y aceptarlo?¿Qué puede ofrecerle su entorno para amortiguar los efectos de su frustración, de su impotencia, de la incomprensión de sus iguales? Solo el buen trato y la satisfacción de sus necesidades afectivas va a permitir que pueda tejer lazos sociales que le permitan sentirse seguro y por tanto capaz, pero además que pueda forjarse una imagen de sí mismo positiva.

Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan señalan en su libro Los buenos tratos a la infancia (editorial Gedisa, 2007) que la esfera afectiva del buen trato está constituida por la satisfacción de:

a)      La necesidad de vínculos. Los vínculos profundos que el niño o la niña establecen con sus padres, con otras personas que les cuidan y con otros miembros de su familia originan la experiencia de pertenencia y de familiaridad (…). Una experiencia de vínculo en la tierna infancia asegura el desarrollo de la capacidad de diferenciarse, para convertirse en una persona singular, psicológicamente sana y con vínculos de pertenencia a su familia de origen y a su comunidad. 

b)    La necesidad de aceptación. Se satisface en la medida en que el niño o niña recibe gestos y palabras que le confirman y le acogen (…) Los mensajes de ternura dan al niño un lugar propio donde se siente aceptado y donde podrá comenzar a aceptar a los otros (…).El niño o la niña podrán diferenciarse del otro y ser una persona autónoma en la medida en que posee un lugar donde desarrollarse, y donde los otros significativos le acepten y confíen en sus capacidades.

c)  La necesidad de ser importante para el otro. Una de las necesidades básicas de los niños y las niñas es la de ser importante, al menos para un adulto. En el funcionamiento de una familia, la satisfacción de esta necesidad se inscribe en el proyecto que los progenitores tienen para sus hijos. Esto corresponde al conjunto de representaciones que ellos se hacen del futuro de su(s) hijo(s).

Vinculación, aceptación y reconocimiento son pues importantes resortes para la superación de adversidades y por tanto para promover la resiliencia infantil. Esos héroes de goma como Alder existen en nuestro alrededor. Pequeños grandes héroes que mantienen una apuesta constante con su vida y con su historia, un pulso con el equilibrio personal y social que les hace tambalearse pero al mismo tiempo recomponerse nuevamente. Héroes que tienen nombres propios muy alejados de los fantásticos seres mitológicos y que viven situaciones cercanas a nosotros: negligencia, maltrato, discapacidades físicas o psíquicas, muerte de seres queridos,acoso escolar, etc.

Descubrir sus fortalezas y cualidades no es tan difícil, sólo hay que mirar con las gafas adecuadas, esas que no sólo ven sus debilidades sino que pueden apreciar su luz interior.

 

 


 

2 comentarios:

  1. Hola Conchi. Toda la suerte del mundo en esta nueva etapa. Ya tocaba!!! Un fuerte beso y estamos deseando seguir leyéndote.

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  2. Muchas gracias Iñigo! Empiezo esta andadura con ilusión y con ganas, muchas ganas de compartir y de tratar temas que me ocupan y preocupan. Espero que sea de interés el blog y me alegra formar parte de la blogesfera...yo que siempre he sido negada para la tecnología jajaja. Un abrazo

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