"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

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miércoles, 3 de abril de 2013

Yo tengo, yo soy, yo puedo...y algo más


¡Serendipity!. Eso es lo que esta misma mañana ha tenido lugar mientras releía un libro sobre resiliencia. Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. Y así pasó mientras revisaba la publicación de Edith Henderson Grotberg que tiene por título La resiliencia en el mundo de hoy (Editorial Gedisa, 2006).

 

Edith Grotberg es bastante conocida por sus aportaciones en relación a la promoción de resiliencia y su modelo se encuentra recogido en numerosos escritos siendo un referente en el tema. Aunque luego hablaré del descubrimiento, no puedo obviar el recoger aquí el conocido planteamiento que ella organizó en torno a tres factores: yo tengo, yo soy y yo puedo.

Según la autora, todos podemos volvernos resilientes, se trata de algo universal sin ningún tipo de distinción. El desafío es encontrar la manera de promover esa capacidad en cada persona tanto a nivel individual como familiar y social. Recogiendo los resultados de los numerosos estudios sobre características o factores resilientes en niños que se encontraban notoriamente afectados por su entorno (padres con patologías mentales, consumo de drogas, abusos, etc.), aparecían algunas de ellas que se daban en gran medida y que los diferenciaba de otros, por lo que las organizó en tres factores:

 Yo tengo (apoyo externo)

1. Una o más personas dentro de mi grupo familiar en las que puedo confiar y que me aman sin condicionamientos, es decir, de forma incondicional;

2. una o más personas fuera de mi entorno familiar en las que puedo confiar plenamente;

3. límites en mi comportamiento;

4. personas que me alientan a ser independiente;

5. buenos modelos a imitar;

6. acceso a la salud, a la educación y a servicios de seguridad y sociales que necesito; y

7. una familia y entorno social estables.


Yo soy (fuerza interior)

1. Una persona que agrada a la mayoría de la gente;

2. generalmente tranquila y bien predispuesta;

3. alguien que logra aquello que se propone y que planea para el futuro;

4. una persona que se respeta a sí misma y a los demás;

5. alguien que siente empatía por los demás y se preocupa por ellos;

6. responsable de mis propias acciones y acepto sus consecuencias;

7. segura de mí misma, optimista, confiada y tengo muchas esperanzas.

 
Yo puedo (capacidades interpersonales y de resolución de conflictos)

1. Generar nuevas ideas o nuevos caminos para hacer las cosas;

2. realizar una tarea hasta finalizarla;

3. encontrar el humor en la vida y utilizarlos para reducir tensiones;

4. expresar mis pensamientos y sentimientos en mi comunicación con los demás;

5. resolver conflictos en diferentes ámbitos: académico, laboral, personal y social;

6. controlar mi comportamiento: mis sentimientos, mis impulsos, el demostrar lo que siento, y ;
 
7. pedir ayuda cuando la necesito.

Según Grotberg para que un niño sea resiliente, no es necesario que estén presentes todos estos rasgos, pero uno solo no basta. Un niño puede ser amado (Yo tengo), pero si no tiene la fortaleza interna (Yo soy) o las habilidades interpersonales (Yo puedo), ese niño no podrá ser resiliente. Un niño puede tener una alta autoestima (Yo soy), pero si no sabe cómo comunicarse con los demás o cómo resolver problemas (Yo puedo) y no tiene a nadie con quien contar (Yo tengo), ese niño no es resiliente. Un niño puede tener gran habilidad verbal y hablar correctamente (Yo puedo), pero si no siente empatía (Yo soy), o no posee buenos modelos de los cuales aprender (Yo tengo), no hay resiliencia. La resiliencia es el resultado de una combinación de estos rasgos y aunque parecen obvios y fáciles de adquirir, no es así.

 
Y ahora viene el descubrimiento casual. Aunque la perspectiva de Grotberg es perfectamente válida para la promoción de la resiliencia infantil en tanto que la misma enfatiza la importancia del otro en el desarrollo de factores resilientes del niño o niña corroborando aquello  de “La resiliencia es un concepto intersubjetivo, sólo puede nacer y desarrollarse en la relación con el prójimo”, más de uno podría pensar que en el planteamiento de esta autora falta una resignificación de la adversidad. O lo que es lo mismo, tomando como referente las palabras de Cyrulnik  "para que haya resiliencia se necesita que se den tres cosas: disposición de recursos externos; adquisición de recursos internos y sentido o perspectiva histórica", parecería que algo falta en el modelo de Grotberg. Yo tengo, Yo soy/Yo puedo...¿y que más?. Re-leyendo a Grotberg he descubierto una nueva aportación que confiere ese sentido o perspectiva de la adversidad del que parecía adolecer su modelo. Comparto el descubrimiento en palabras de la autora:


“La resiliencia se activa cuando experimentamos una adversidad que necesita ser enfrentada y superada. La secuencia de respuesta ante una posible adversidad es: prepararse para, sobrevivirla mediante y aprender de. Sin embargo algunas adversidades llegan sin avisar y no hay tiempo para prepararse y entonces hay que centrarse en reducir los daños al mínimo.


Prepararse para la adversidad

1. ¿Qué sucederá? Describa en un papel o mentalmente en qué consiste la adversidad o cómo se ve. Hablar con gente que haya pasado por esta situación adversa resultará de gran ayuda.

2. ¿Quién y de qué manera resultará afectado por esta situación de adversidad? ¿Cómo ve cada una de ellos la situación?

3. ¿Cuáles son los obstáculos que necesitamos superar para hacer frente a la adversidad que se aproxima?

4. ¿Quién necesita saber qué?¿Necesitará prevenir a otros de la familia, del colegio o de la comunidad acerca de la adversidad?

5. ¿Quién puede brindarle ayuda? ¿con qué apoyos contamos? (Yo tengo)

6. ¿En qué fortalezas interiores necesitaremos apoyarnos al momento de enfrentar la adversidad?

7. ¿Cuáles son las capacidades que necesitaremos utilizar? (Yo puedo)

8. ¿Cuál será la dinámica de los factores resilientes para que nos resulten más útiles? (Yo tengo, yo soy, yo puedo)


Atravesar la adversidad

1. ¿En qué punto se encuentran hoy las cosas? ¿Ha finalizado ya alguna parte de la adversidad? ¿Está surgiendo algo nuevo?¿De qué podríamos olvidarnos en este momento para lograr concentrarnos en alguna parte nueva de esta situación adversa?

2. ¿Cómo están manejando esta situación las personas involucradas?¿Quién necesita apoyo?¿Quién necesita reforzar el sentimiento de que todos logran atravesar esta adversidad?¿Quién necesita evaluar nuevamente la situación adversa, prever qué se puede hacer y qué podemos esperar que suceda en consecuencia?

3. ¿Qué nuevas acciones deberíamos planear e implementar? ¿Necesitamos comunicar esta situación a alguien más?¿Necesitamos pensar nuevas estrategias?¿Podemos hacer algo para ayudar a aliviar en alguna medida la tensión a la que estamos sometidos?

4. ¿Qué factores resilientes necesitaré implementar a medida que voy atravesando la adversidad?¿La ayuda y apoyo que necesitamos cambian durante el proceso?¿Cuáles son?¿Qué sucede dentro nuestro a medida que avanza la adversidad?¿Confiamos todavía en que podemos manejar esta situación?¿Encontramos que podemos demostrar empatía y preocupación por los demás a medida que la situación parece empeorar?¿Podemos compartir nuestros sentimientos a medida que continuamos en esta situación de adversidad y no reprimirlos?¿Somos capaces de pedir ayuda sin sentirnos humillados?¿Podemos procesar toda la información que obtuvimos al atravesar la adversidad para lograr resolver el problema?


Aprender de la adversidad

       Resulta sumamente importante mirar la adversidad una vez que se ha superado. No hay que subestimar el papel fundamental que desempeña una mirada retrospectiva de la adversidad. Podemos aprender tanto de nuestros errores como de nuestros aciertos.

1. ¿Qué aprendimos acerca de los factores resilientes?¿Los estamos utilizando para lograr los mejores resultados?

2. ¿Qué aprendimos de nuestros amigos? Cuando necesitamos su ayuda ¿ellos estuvieron dispuestos a brindárnosla?

3. ¿Qué aprendimos de los servicios de ayuda?¿Supimos buscarlos en el lugar correcto?

4. ¿Qué aprendimos de nosotros mismos?¿No sentimos más fuertes, más seguros de nosotros mismos, mejores personas que antes de atravesar esta situación adversa?¿Tenemos una mirada interior de nosotros mismos, de nuestras emociones y de nuestras relaciones interpersonales?"


Interesante ¿no?. Existen algunas adversidades que pueden anticiparse y por tanto preparar el kit de resiliencia o como dice Grotberg, la secuencia de respuesta, por ejemplo, el divorcio o separación de los padres, la muerte de un ser querido tras una enfermedad, la hospitalización para una operación médica, una mudanza a otra localidad. Todo ello son posibles adversidades que pueden ser vividas por el niño o la niña como estresantes pero que pueden ser afrontadas de forma más adaptativa si los progenitores planifican la secuencia. Es cierto que otras muchas adversidades como un incendio, un accidente, una inundación, un abuso, un suicidio, etc. no son previsibles a priori, pero en cualquier caso puede aplicarse la secuencia comenzando por el segundo punto.
 
A veces es importante profundizar más en la lectura de los autores de referencia, pues descubres otras aportaciones igualmente atractivas como las ya conocidas. Nos acostumbramos a encasillar a ciertas personas con determinados conceptos o teorías sin que reparemos en que también podemos disponer de otras aportaciones suyas. Serendipity...

Yo tengo-Yo soy-Yo puedo….Yo aprendo de la adversidad.

 

17 comentarios:

  1. Ayer noche hablabamos con una amiga que ha pasado en poco tiempo momentos muy duros. Y efectivamente nombraba el tema de la anticipación. Existen personas a las que les hace daño "anticiparse" lo ven cómo algo pesimista y catastrófico. En mi caso los efectos son positivos, me preparo para todo lo que pueda suceder sin dramatismo, con racionalidad y si no pasa la alegria es inmensa. Si sucede lo peor te hace daño, pero esa preparación lo hace algo más llevable.
    Roser

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  2. Gracias por compartir tu reflexión. Yo estoy de acuerdo contigo. Pese a que a nadie le gustan las desdichas, muchas veces no podemos hacer nada para que no aparezcan, por lo que mejor estar preparados. Una frase que me gusta mucho es "no podemos evitar el viento, pero podemos construir molinos"...Transformar lo que sobreviene no es derrumbarse ni huir.
    Un abrazo

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  3. Muy interesante Conchi. La verdad es que Grotberg es una de mis autoras favoritas en relación a la resiliencia por su aplicabilidad y sencillez (a nivel conceptual) Del tema de la anticipación en cambio no lo tengo tan claro. Creo que la adversidad tiene eso que es una adversidad y que no sabes como golpea ni la primera ni la segunda vez. POdrás tener intuiciones, pensar en recursos en los que te puedas apoyar ... no lo sé no lo tengo nada claro. Gracias por el artículo

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  4. Hola Iñigo! Tienes razón en que la adversidad es eso..adversidad, impredecibilidad. Pero yo creo que en un pequeño porcentaje de adversidades, principalmente en casos de separaciones, o cuando van a ingresar a un miembro de la familia, o como decía, la cercanía de la muerte de un ser querido como un abuelito/a de avanzada edad, el poder anticipar qué va a ocurrir, cómo minimizar el coste emocional, etc. puede servir en algunas familias de cara al manejo de la situación con los niños/as y tamién con el resto. Nunca se acertará de pleno, porque no dejan de ser elucubraciones muchas de las preguntas que plantea Grotberg, pero puede ser de utilidad para la percepción de cierto control de la adversidad. En cualquier caso es eso, una aportación más poco conocida de Grotberg..
    Un abrazo

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  5. Conchi: Creo que ya sabes que el modelo de Grottberg no me encanta porque no consigo visualizarlo bien. Pero te reconozco que es la vez que mejor lo he entendido.
    Y también me parece muy interesante la diferencia entre adversidad previsible o no. Creo que es una diferencia esencial con posibles aplicaciones para ciertos campos. Supongo que para ti como terapeuta infantil puede ser crucial. O por ejemplo para mi para la preparación (formación de familias acogedoras). Muchas gracias por el post.

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  6. Hola Javier. Ya sé que no es precisamente el modelo que más te convence, y al igual que le decía a Iñigo yo también reconozco que no es aplicable a todo tipo de adversidad, sino más bien a un porcentaje pequeño, pero si existe la posibilidad incluso de ser trabajado dentro de la intervención familiar por parte del profesioal conjuntamente con la familia, puede ser una interesante aportación. Estoy pensando ahora mismo por ejemplo en una familia que se va a marchar de España a su país de origen y los hijos, ya mayores, se resisten a aceptar la decisión.... O por ejemplo otra familia que la mamá va a requerir un tratamiento largo y duro y el hijo está presentando síntomas muy claros de afectación incluso antes de que ocurra...O un par de hermanos que viven con es padre tras la separación muy conflictiva y es más que probable que acaben en un centro de menores o en acogimiento familiar..
    Creo que hay familias que ellas solas pueden pararse a hacer un análisis como el que plantea Grotberg y otras que necesitan un acompañamiento profesional en el que el modelo que plantea puede servir.
    Un abrazo

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  7. Todos los ejemplos que pones son claros en cuanto a "adversidades predecibles". Yo sí creo (Iñigo) que es una diferenciación interesante. Y también lo de aprender de la resiliencia. Porque eso es cierto que quien supera (no me gusta superar pero,,,) una adversidad aprende al menos una cosa para la siguiente: lo que antes veía negro... pasó.
    Y ahora otra reflexión... Si yo sé que Iñigo, tú y yo estamos en el trabajo y comentamos y recomentamos... ¿en qué estamos trabajando?.. jejejeje

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  8. Ja,ja,ja...Te equivocas!!! Yo hoy no trabajo..esto de la crisis y los recortes... Me alegra saber que Grotberg empieza a gustarte al menos un poco más.

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  9. Vuelvo a la carga, que para eso están los blogs no? Creo que el manejo de la situaciónes de adversidad previsible no tiene nada que ver con la resiliencia. (Entiendeme con la palabra nada porque lo tiene que ver todo tb). La resiliencia se construye en el día a día en base a muchos factores y es ese desarrollo el que te permite superar la adversidad, no la gestión o previsión de ésta. Grotberg con su modelo habla de un proceso por el cual tú desarrollas "el taburete cyrulico" (hablando pronto y mal) trabajas tus fortalezas intra, buscas tus apoyos, tu red y consigues dar un significadoa tu vida. Eso es lo que te hace menos vulnerable o más resiliente a mi entender. Lo otro no acabo de verlo. Iluminame.

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  10. Es lo que tiene interpretar subjetivamente a los autores!!! Vamos a ello:
    Yo sigo diciendo que en algunas situaciones adversas predecibles se pueden desarrollar también aquello que muchos llaman pilares de resiliencia, por lo menos la introspección, la independencia, la capacidad de iniciativa y la capacidad de interacción. Si yo adopto una actitud reflexiva y de análisis del problema que va a sobrevenir,eso contribuye a mi desarrollo personal. Si cuando estoy atravesando la adversidad sigo poniendo en acción mis fortalezas personales y recursos externos, sigo desarrollando una actitud resiliente. Si cuando ha pasado analizo qué es aquello que me ha permitido superar la adversidad estoy aprendiendo y por tanto interiorizando nuevas estrategias de abordar dificultades. Eso es más que prever y gestionar la adversidad, forma parte del crecimiento personal y de "salir fortalecido", con más herramientas.
    Por supuesto que la resiliencia es un proceso y que se va construyendo en base a muchos factores y no es atribuible su superación a uno solo, pero no hablo solo de previsión de la adversidad, sino de aprendizaje y de empoderamiento de la situación. Lo contrario a la indefensión aprendida. ¿eso no es resiliencia?.Ya me dices y seguimos...

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  11. Vamos a echar más leña al fuego.
    Yo creo, por no desdecirme, que las situaciones de adversidad predecible pueden manejarse con lo que sabemos (o creemos) saber de la resiliencia PERO NO POR EL SUJETO DE LA FUTURA ADVERSIDAD, SINO POR UN INTERVENTOR QUE ESTÉ EN POSICIÓN DE AYUDARLE. Ejemplo: si me dicen que tengo los síntomas de un cáncer pero que hay que esperar los resultados de una prueba os aseguro que me van a servir de poco mis "recursos de resiliencia" (excepto ponerme a rezar... ja ja). Seguramente entraré en barrena emocional y necesitaré ayuda del exterior. Pero a mi entorno si le serviría (por ejemplo para no decirme chorradas tipo "Ya verás como no es nada, hombre") o para tener una especial sensibilidad para conmigo o para.... Por eso creo que lo que aprendemos de la resiliencia sobre resiliencia nos puede ayudar como interventores, no como sujetos "desgraciados".
    Yo no veo que la resiliencia sea el opuyesto de la "indefensión aprendida" (aunque la idea es sugerente). Lo opuesto de la indefensión es la defensión. Y yo, sé que soy muy pesado, cada vez veo más la resiliencia no como resistencia, fortaleza... sino como TOMAR OTRO CAMINO. Por decirlo con uno de los ejemplos de Conchi:
    Mis padres se van a separar..... ¡pero lo superaré! (No) Mis padres se van a separar... Se me acabo... Acabo de ingresar en el mundo de los hijos de padres separados... pero en ese mundo también se puede llevar una vida digna y satisfactoria para mí y para los demás (sí)
    Es por esto mismo que el planteamiento de Grottberg nunca me ha entusiamado, Aunque sea injusto no puedo dejar de ver un planteamiento tipo "Yes we can" detrás de éll. EL debate es apasionante pero me reclaman. Un saludo.

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  12. Hola a todos/as: me encanta encontrarme con vosotros/as en este magnífico foro que ha puesto en marcha Conchi. Enhorabuena por tu blog! Y yo sin enterarme! Sabía que escribáis en otro no menos magnífico blog como lo es el de Javier Romeu (por cierto, Javier, pronto tendré el gusto de conocerte en Zaragoza, en Addima) pero que habías abierto uno propio, no! Estoy seguro que va a
    ser todo un éxito! Por mi parte, si no tienes inconveniente, me he tomado la libertad de recomendarlo (en el próximo post que público el lunes) y ponerlo entre mis favoritos. Me hace mucha ilusión tu blog; y cada vez somos más los que nos sumamos a esta corriente del apego, la resiliencia, el buen trato!

    Esta entrada que escribes sobre Gotberg me ha resultado muy didáctica y aplicada. Estoy de acuerdo en que has sabido hacer que nos interesemos más por esta autora. La
    conozco, pero no he hecho esta lectura tan acertada como la que tu haces de ella.

    Sobre el debate que sostenéis, en realidad creo que todos tenéis razón. En el fondo lo que subyace a mi modo de ver, es la resiliencia como gestión del suceso vital (que es una visión de la resiliencia) y otro asunto es aprender o transformarse a partir de la adversidad. Las adversidades que se pueden prever -en mi experiencia con los pacientes- no necesariamente se gestionan mejor y se aprende más que las imprevisibles. Yo he visto de todo en todos los casos. Hay muchos factores implicados. Pero si creo que para algunos aspectos (por ejemplo, como dice Conchi, cara a los menores y a planificar su cuidado y protección) puede ser más práctico. Un hombre cuya mujer fue brutalmente asesinada por un delincuente me decía, a la pregunta de si lo hubiera sabido con antelación si habría cambiado algo, me dijo que igual se habría derrumbado más. Creo que depende de muchos factores, y que no se puede generalizar. Quizá el sentido común nos lleve a pensar que lo previsible nos da más capacidad de control. Puede ser.

    En cualquier caso, es un gusto leerte Conchi, y si nos has concitado a todos aquí es por tu capacidad para suscitar nuestro interés. Eso dice mucho de tu buen hacer. Es una gozada poder compartir este espacio con personas tan interesantes y con las que te puedes enriquecer tanto como vosotros.. Un abrazo para todos y hasta pronto!

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    1. Hola José Luis!!! Que bueno verte por aquí.Este es desde ahora también tu blog para que te pases por él siempre que quieras y nos dejes comos siempre maravillados por tu saber comunicar.

      Gracias por tus palabras de ánimo. Ya sabes que me siento parte de esa corriente que trabaja por el apego, la resiliencia y el buen trato, y viniendo de tí, a quien admiro y valoro enormemente por tu amplia experiencia y tus conocimientos, pues me siento gratamente elogiada.

      Gracias también por recomendarme en tu blog. Todo un honor.

      Tu aportación al debate lo enriquece más. Ni unos ni otros, todos. Quizás como casi todo en esta vida, la interpretación de Grotberg es relativa, no generalizable. Pero no deja de ser una opción que pudier servir a algunos.

      Ya sabes, será un placer "conversar" contigo y con el resto de compañeros en esta y otras entradas.

      Aprovecho para agradecer a Javier, Iñigo y Sagra
      sus comentarios, aportaciones y ánimos. Son proveedores de buenos tratos hacia mí en ese sentido. Sus "me gusta" o cada reflexión suya -aunque no coincida con las mías- son como abrazos intelectuales que refuerzan mi entusiasmo y me animan a seguir apostando por esta manera de comunicarme y expresar lo que siento.

      A todos un abrazo.

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  13. No soy de vuestro gremio pero me interesan todas las reflexiones que haceis al respecto. Mis aportaciones no vienen de leer a ningún autor, son sencillamente del día a día. No me identifico nada con el pesimismo y la negatividad "piensa mal y acertarás" en absoluto sería en esa línea. Yo percibo que más en la línea de una racionalidad poniendo encima de la mesa TODAS LAS POSIBILIDADES, estan todas en la baraja por supuesto que quiero que me toquen cartas buenas, pero ser consciente de que no hay una garantía al 100% nos abre a todo.
    Roser

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    1. Tus aportaciones son estupendas!!! Con respecto a lo que dices, realmente todas las posibilidades tienen probabilidad de ocurrencia en muchos casos. Una entrevista de trabajo me puede ir bien o mal; la decisión de cambiarme de vivienda puede ser un acierto o un desastre por perder mi grupo de amistades; enfrentarme a una enfermedad puede ser un reto o una losa sin salvación... Mejor intentar ver la botella medio llena en lugar de medio vacía y confiar en que puedo salir airosa por mí misma pero también porque no siemrpe las circunstancias van a estar en mi contra.
      Un abrazo

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  14. Después de leer esta entrada y este interesante debate, sin duda hemos aprendido un poco más. Somos dos maestras muy interesadas en el tema de la resiliencia y "escuchar" a profesionales como vosotros nos enriquece. Hoy acabo de estrenar mi libreta "RESILIENCIA" donde ya he anotado algunas de las ideas más importantes y conclusiones que hemos sacado de esta lectura. Gracias. ¡Sois una buena dosis de motivación!

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  15. Hola Concepción:
    Muchas gracias por escribir sobre este tema. Su aporte es muy significativo: es muy claro y está hecho con cariño.
    Estoy haciendo mi tesis de maestría sobre Resiliencia en Adolescentes, su blog aportará mucho a mi trabajo. Cuando tenga resultados le enviaré algunos datos. Gracias, Tania

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