"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

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"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

jueves, 3 de julio de 2014

Checking parental

Leyendo uno de esos libros que ayudan a padres y madres en la educación con los hijos (con el que no comparto todas las pautas que se ofrecen, pero reconozco que algunas de ellas son buenas), esta tarde he reparado en dos cuestiones que aparecen en el libro "Ansiedades y miedos" de John Pearce (Ediciones Paidós Ibérica) y quiero trasladaros. La primera tiene que ver  con la superación de miedos y fobias, mientras que la segunda habla de cómo fortalecer la confianza del niño o la niña, pero no es de esto de lo que quiero hablar en sí mismo, sino de la respuesta parental.
 
En relación a los miedos nocturnos, el autor, después de contextualizar los miedos como un aspecto evolutivo que es corriente encontrar en las diferentes etapas de la infancia y que  son diversos y cambiantes, refiere un  párrafo que me ha llamado poderosamente la atención y que os transcribo:
 “Muchos padres hacen grandes esfuerzos por demostrar que un miedo imaginario no es real. Por ejemplo, miran en el ropero para demostrar que allí no hay ningún ladrón o miran debajo de la cama para probar que no hay ningún monstruo escondido. Por desgracia estas cosas transmiten el mensaje de que existe la posibilidad de que pudiera estar allí, porque si no ¿por qué iban a estar mirando? . De igual manera, dejar una luz encendida transmite también ese mensaje erróneo. La luz no tranquiliza necesariamente al niño porque le transmite la idea de que la oscuridad es peligrosa. Así que las actuaciones de los padres para tranquilizar a sus hijos pueden en realidad provocarles todavía más ansiedad”.
 
Pensando en ello…es bien cierto que los adultos transmitimos a los más pequeños mensajes ambiguos. Por ejemplo, si una madre separada de su ex le pregunta al niño cuando llega de estar con su papá ¿Qué tal hoy?¿Tu padre te ha castigado/pegado)?... dará por hecho según la lógica infantil que, atendiendo a la probabilidad, el castigo paterno puede llegar en cualquier momento (¿si no por qué se lo iba a preguntar su madre?) e incluso hacer que esté más nervioso por ello y motivar el tan esperado castigo.
 
¿Cuántos mensajes subliminales mandamos a los niños y niñas a través de frases y gestos que recogen como esponjas? ¿Sabrías identificar algunos de los que tú mismo/a lanzas? Yo tengo uno que me ha acompañado siempre. Desde bien pequeña en casa nos despedíamos (y aún se sigue haciendo) con una frase omnipresente:” Hasta luego. Ten cuidado”. ¿Cuidado de qué? ¿O de quién?. Como si no estuviera permitido bajar la guardia y hubiera que cuidarse permanentemente de peligros reales (que los hay)pero también potenciales (y estos son más numerosos en la mente de una madre preocupada y sobreprotectora como la mía).Y si no se baja la guardia, al menos un poco, la exploración y conquista del mundo no se realiza de forma saludable y adecuada.
 
Y luego están los mensajes contradictorios que los adultos ofrecemos:
-“Tú no tienes que pegar…pero si te pegan defiéndete dándole tú” ¿?¿?¿? No lo he entendido nunca. Pero ¿se pega o no se pega?¿hay veces que no se puede pegar por nada del mundo (sobre todo si el que recibe es de los tuyos) y otras que si?
 
-“!Que te he dicho que no se chillaaaaaa en esta casa!!!"(con ojos desencajados de rabia y las manos en tensión).  “Quítate de ahí que me tiznas, le dijo la sartén al cazo”…¿se prohíbe o recrimina lo que uno mismo hace?.
 
La otra idea que quería compartiros del texto que he leído y que tiene que ver con el fortalecimiento de la confianza es:
La confianza en uno mismo no se puede desarrollar basándose solamente en los elogios. Son el éxito y el logro lo que refuerza la autoconfianza y esto sólo puede ocurrir si tu hijo ha he hecho realmente algo. En otros términos, la autoconfianza proviene de la acción y de la actividad, de intentar hacer más cosas que de evitar situaciones y permanecer pasivos”.
 
Parece  que nos lo sabemos…pero seguimos elogiando mucho los saberes y buenas prácticas de aquello que se mueve en el terreno de lo seguro y  lo cómodo, pero... ¡cómo cuesta dejar que caminen y caigan solos/as! Sigo hablando con madres y padres que no facilitan que sus hijos crezcan de manera autónoma. Hacen las cosas por ellos, pero les critican porque no las hacen (típico de hijos/as adolescentes que no "saben" recoger la ropa, limpiar el cuarto, etc.). O si  son un poco más pequeños , les dan de desayunar porque si no es así llegan tarde al colegio (protestan porque no se toma solo/a la leche, reniegan, maldicen...pero se la dan).
 

En conclusión, y a modo de reflexión compartida, resumiendo las dos frases con otra de Oscar Wide que ya ha salido en alguna otra ocasión en el blog podemos decir que: "CON LAS MEJORES INTENCIONES, MUCHAS VECES, SE OBTIENEN LOS PEORES RESULTADOS".  Poco ayudamos a los más pequeños si no nos paramos a pensar y chequear si los mensajes que transmitimos son coherentes, si se hace lo que se dice y se dice lo que se piensa.

2 comentarios:

  1. Como tantas veces me has puesto en el rincón de pensar.Gracias!

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    1. Gracias Mercedes!! Seria bueno que tod@s tuvieramos un rincon de pensar y que pudieramos ir a el cuando necesitaramos parar, tomar aire...o simplemente pensar!!! Un "tiempo fuera" para adultos, pero sin que necesite aplicarse como consecuencia de algo, sino como reflexion personal. Un abrazo!!!

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