"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

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jueves, 16 de abril de 2015

Busy Dizzy..o pensamientos intrusos, un vocecita traviesa

¿Cuántas veces nos asaltan pensamientos negativos que no paran de resonar en nuestra cabeza haciéndonos sentir mal o no valorarnos lo suficiente? Esas vocecillas que parecen las encargadas de molestarnos, de insistir en hacernos pensar cosas que nos desagradan no solo las tenemos los adultos, los niños y las niñas también las tienen. 

Cuando trabajo con ellos, muchas veces identificamos juntos cuáles son esos pensamientos, a los que yo les pongo el nombre de “PENSAMIENTOS INTRUSOS” porque se inmiscuyen en su mente sin pedir permiso y además son muy difíciles de echar. Esos pensamientos intrusos son los responsables de que en muchas ocasiones los niños queden bloqueados, atrapados pensando en algo que les incomoda y les hace sentir incapaces de lograr pequeñas metas, limitando así su respuesta, o distorsionando las situaciones haciendo interpretaciones erróneas. 

¿De dónde surgen? Yo creo que de la propia representación que el niño o la niña hace de sí mismo con la devolución que los demás le ofrecen acerca de sus cualidades, de su forma de ser, de sus limitaciones o dificultades. Los adultos son los espejos donde los niños se miran, pero muchas veces la imagen que perciben está distorsionada, difusa, no les permiten conocerse de una forma nítida, o focalizar demasiado en lo negativo. Mensajes que pueden parecer sin importancia para quien las dice del tipo "qué torpe eres", "déjame a mí que tú vas muy lento y no sabes", "siempre te pareces a tu padre/madre/abuelo haciendo .."van formando las fichas de un puzzle de su propio autoconcepto que resultan difíciles de encajar porque no encuentran la forma que coincidan integrándose en una percepción del sef sana y positiva, y que permanecen ahí, dando vueltas y mareando a los pequeños haciéndoles sentir que no pueden o no saben. 

Pero también esos pensamientos intrusos provienen de la imagen que de sí mismo van construyendo, más allá de lo que los otros dicen de él o de ella, de la confianza o no en sus posibilidades, de la posibilidad de desplegar recursos resilientes que les permitan afrontar las pequeñas dificultades que desde muy temprano van a tener. A montar en bicicleta se aprende montando, a construir una imagen de sí mismo como persona capaz se aprende teniendo oportunidades en las que puedan ponerse a prueba la propia capacidad, los recursos.

El otro día, llegó a mis manos un cuento que precisamente trata de lo que yo venía llamando pensamientos intrusos y que al parecer tienen otro nombre: las Busy Dizzy…o voces negativas. Se trata de un cuento escrito por la Dra. Orly Katz y traducido al español por José Luis Cortés, dirigido a niños y niñas de 4 a 8 años y que me parece interesante para compartir con vosotros. La Dr. Orly Katz es autora de varios libros y es una experta en el empoderamiento para los jóvenes y en las habilidades para la vida. Es también la fundadora del centro "Simply Me" (“Simplemente Yo”) para liderazgo, empoderamiento y autoestima.



Con ilustraciones que ayudan a entender más el mensaje, el cuento Busy Dizzy explica a los niños y niñas que en ocasiones puede aparecer como una vocecita interior o preocupaciones (la autora utiliza la metáfora de un zumbido en la oreja) que pueden conducir a tener emociones negativas como estar triste, pensar que no saben hacer las cosas bien, que no merece la pena el esfuerzo, que los otros se pueden enfadar si no sabemos responder bien cuando nos preguntan, etc.

Las Dizzies vienen  a ser una especie de diablillos traviesos que consiguen hacer cambiar la visión que sobre ti mismo o los otros puedes tener, pero hay algo más…¡todos las tenemos! (en este punto me permito preguntarte ¿acaso tú no has pensado últimamente que no puedes lograr tal o cual cosa, que los demás no te hacen caso o mil posibles ejemplos más de vocecita interior negativa?)

Lo interesante del libro además es que, al estar dirigido a niños y niñas de corta edad (4 a 8 años) utiliza como recursos didácticos el contenido en forma de rima (con lo que le otorga una ritmicidad que consigue captar más su atención), y propone para vencer a las traviesas Dizzies dibujarlas o incluso cantándoles una canción para que se marchen una vez que los pequeños las identifican junto con sus padres o educadores.


Si te pidiera que dibujaras tu Dizzy…¿qué dibujo harías?

4 comentarios:

  1. Estimada Concepción,
    Me encantó tu post y tu concepto de los pensamientos intrusos, tanto para niños, como para adultos. Es un excelente análisis que te agradezco de corazón. Te mando un gran saludo, José Luis Cortés.

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    1. Muchas gracias a tí José Luis por darme a conocer el material. Seguro que va a ser el interés de muchas personas. Saludos

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  2. Bueno días Conchi.
    Qué curioso! Me ocurre con tu blog la sensación de que tengo ciertas ideas, pensamientos en mi cabeza a las que tú les pones palabras. Siempre tan sensible, sencilla, tan de verdad tu manera de transmitir.
    Esos diablillos disfrazados de negatividad, como dices,nos invaden a todas las personas. Todas las personas necesitamos sentirnos queridas, respetadas y desde ahí me parece importante enfocar la ayuda; porque son más cosas las que nos unen que las que nos separan.
    Muchas gracias por la documentación y por seguir invitando a la reflexión.
    Un abrazo desde Vitoria. Hasta pronto.
    Mabel

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    1. Estimada Mabel, que bueno que exista esa conexión entre tus ideas y pensamientos y mis entradas!!! Eso nos dice mucho de lo parecidas que pueden ser las personas aunque no estén cerca. Gracias por tus palabras. Espero poder seguir teniendo tiempo e inspiración en adelante para seguir compartiendo. Un abrazo fuerte desde Valencia

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