"Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos: uno raíces...el otro, alas"

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lunes, 27 de mayo de 2013

Tu, yo,nosotros. El modelo mental de relación (II).


Todos sabemos la importancia que tienen las experiencias de interacción con los otros en relación a la formación de la autoestima, pero lo que quizás no nos paramos a pensar es que la misma se va forjando desde los primeros momentos, desde el inicio de esas relaciones... y de ahí la importancia del modelo mental de relación que se establezca.
La semana pasada hablábamos de dicho modelo como parte del sistema de apego, uno más de los sistemas que garantizan la supervivencia del ser humano. Bowlby, uno de los autores que más aportaciones ha realizado a la teoría del apego (quien describe y conceptualiza la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos o vínculos entre sí), identificó además del sistema de apego, el sistema de afiliación, el sistema de alimentación, el sistema sexual y el sistema exploratorio entendiendo todos ellos como un conjunto funcional y motivacional encargado de la satisfacción y regulación de las necesidades básicas (hablaremos de algunos de ellos en otra entrada).

Concretamente, el modelo mental de relación, uno de los componentes del sistema de apego, influye en el modo en un niño se siente con respecto a sus padres o cuidadores, el modo en que espera ser tratado y el modo en que tratará a los demás cuando vaya creciendo pero también cuando sea adulto.

Para hablaros del modelo mental de relación en esta entrada recogeré ideas muy interesantes sobre el modelo mental de relación extraídas del libro Vinculaciones Afectivas de Mª Josefa Lafuente y Mª José Cantero (editorial Pirámide, 2010):

Según se recoge en dicha publicación "el concepto que el niño construye de sí mismo dentro de su modelo mental será siempre complementario al de su figura de apego, de modo que un niño cuyo cuidador se caracteriza por actitudes de rechazo o indiferencia y no le permite poner en práctica las actividades exploratorias tendrá un concepto de sí mismo como ser que no merece ser querido, carente de valía e incompetente.

En cambio, un niño cuya figura de apego es cariñosa, cooperadora y accesible forjará una imagen positiva de sí mismo como un ser valioso, competente y digno de ser querido."

Claro, aquí complementario no significa compensatorio únicamente como pudiéramos pensar en otros contextos lingüísticos, sino que  lo que viene a decir es que el mensaje que se transmite al niño en forma verbal, gestual,conductual,etc., actúa como un reflejo en el que el niño se mira, una forma de verse a través del otro. La claridad, nitidez, y transparencia de esa imagen mental va a estar condicionada a la forma en que el cuidador o figura de apego le ofrezca una seguridad de base y un afecto de calidad que le posibilite reconocerse como alguien valioso y suficientemente "guapo/a" para sí mismo y los otros.



¿Cómo se forma el modelo mental?
Dicen la autoras que "el modelo mental se origina de las interacciones diádicas interpretadas por el niño. Desde el nacimiento en adelante el niño interactúa con sus cuidadores y va conociendo aspectos de sí mismo, de las figuras de apego y de su relación con ellas, al mismo tiempo que va aprendiendo qué estrategias de conducta son más útiles para lograr ver satisfechas sus propias necesidades de apego."
 
En el siguiente video (Still Face, que seguro que muchos de vosotros conocéis) se puede apreciar clarísimamente como la respuesta de la madre va a actuar de reflejo en la conducta del bebé de manera que mientras que la relación entre ambos es afectiva, cariñosa, y agradable, el pequeño muestra  una conducta tranquila y segura. Sin embargo, cuando la actitud gestual de la madre es estática, el bebé llega a un estado de angustia e inseguridad que solo recobra cuando la respuesta materna vuelve a ser afectiva. ¿Curioso y digno de reflexión, no?




Según se recoge en el libro "en la cronología de la formación del modelo cabe destacar las siguientes fechas:
·        Al final del primer año de vida surgen y se elaboran posteriormente las expectativas sociales fundamentales sobre los atributos de los cuidadores y otros oponentes diádicos.
·        Un niño de dos años puede explicar y predecir ciertas situaciones.
·        A partir del tercer año de vida se retienen en la memoria a largo plazo las representaciones de sucesos que componen los recuerdos generales y específicos de las experiencias con el apego.
·        En el tercer y cuarto año de vida el niño empieza a comprender que los demás pueden tener sus propios sentimientos, planes y metas, los cuales no tienen por qué coincidir con los suyos, progresando en la comprensión de otras personas y de sus características psicológicas (pensamientos, motivos e intenciones).
·        A partir del cuarto año de vida aparecen los recuerdos autobiográficos por medio de los cuales se establece una conexión conceptual entre sucesos específicos, gracias a su relación con una narrativa personal, continuada y gracias también a la autocomprensión evolutiva.
·        Desde los cuatro a los cinco años se produce uno de los cambios más rápidos en el conocimiento de cuestiones relacionadas con el apego."
 
Algo muy importante es que "las interpretaciones que hacen los cuidadores de los sucesos importantes de la infancia influyen en el significado que el niño le da a sus experiencias. Por tanto, las figuras de apego influyen en los modelos mentales tanto a través de la calidad del cuidado que proporcionan, como a través de las interpretaciones que realizan de los sucesos que ocurren a los niños, en el contexto de conversaciones mantenidas con ellos."
Cuando alguno de los padres o madres con los que trabajo me cuentan delante de su hijo lo "bicho" que es,  lo "desastre" que es, lo "burro" que es desde pequeño...y al preguntarle por algo bueno que tengan sus hijos me responden que no tienen nada bueno...no sé si me entristece más la cara de resignación y aceptación del niño o niña o la falta de sensibilidad de esos padres. El modo en como le contamos que es al niño, la lectura que hagamos de sus conductas,la devolución que le ofrecemos de sus intentos de acercarse a nosotros, son demasiado importantes...


Continúan las autoras diciendo que "del modelo mental depende la calidad del apego. Una persona que tiene un concepto positivo de su figura de apego y de sí mismo, unos buenos recuerdos sobre las relaciones pasadas, y consecuentemente unas buenas expectativas sobre las relaciones futuras, mostrará un apego de buena calidad, es decir, un apego seguro. En cambio, una persona que forma un concepto negativo de su figura de apego (rechazadora, poco accesible, distante, inconsistente) y consecuentemente un concepto negativo de sí mismo (incompetente, carente de valor), que tiene malos recuerdos de sus relaciones pasadas y genera malas expectativas respecto a las futuras, desarrollará un apego de mala calidad, es decir, inseguro."

Siempre nos queda la famosa frase de esperanza de Cyrulnik que creo que enmarcaré en la puerta del despacho para que los niños al entrar reciban al menos un mensaje de aliento: una infancia infeliz no determina una vida (a lo que yo añadiría , "pero hay que ver lo que duele.."). Bueno, y luego están los turores de resiliencia...
 
Por otra parte, en relación a los diferentes cuidadores que puede llegar a tener un bebé desde que nace, según las investigaciones realizadas, un niño "puede interactuar con diferentes cuidadores que actúan con él de forma diferente, y eso puede conducir a interiorizar modelos internos divergentes, aunque siempre existirá un modelo predominante. Es decir, cada persona tiene un sistema de apego único, caracterizado por una forma relativamente estable de relacionarse, actuar, sentir y procesar, pero adaptado en gran medida a cada una de las relaciones significativas: un solo sistema y diferentes vínculos."

La semana que viene abordaré las repercusiones emocionales, conductuales y cognitivas del modelo mental de relación.
Hasta el lunes...¡¡feliz semana!!

8 comentarios:

  1. Como mamá adoptiva no puedo dejar de esperar que el modelo mental de apego no se determine únicamente en la primera infancia. Mi hija llegó a casa con casi dos añitos, obviamente a nivel inconsciente viene con un miedo terrible al abandono. Le cuestan mucho las separaciones, y no sé si esto se vaya a modificar en el futuro. Por nuestra parte hacemos todo para hacerla sentir segura, amada, protegida, y estoy segura que así se siente, pero a nivel inconsciente?? Leo a muchos adoptados adultos, que llevaron una infancia feliz con su familia adoptiva, pero muchos hablan de esa dificultad para establecer vínculos, de ese miedo al rechazo, a que les dejen, del que no se han podido deshacer nunca... y por supuesto que me entristece, quiero que mi hija sea completamente feliz!!

    Un abrazo

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    1. Como mamá entiendo que te preocupe el futuro de tu pequeña y las repercusiones que hayan podido tener algunas experiencias de sus primeros años, pero su evolución no depende únicamente de ello.

      Viene a ser como una cicatriz emocional que nadie podrá borrar (tal vez maquillar o cubrir con dosis de afecto enormes), con la que tendrá que aprender a convivir, reinterpretar y aceptar y que aunque le acompañará ello no tiene porqué limitarle de manera incuestiionable en las relaciones interpersonales. Entran en juego los otros factores como sus cualidades personales, la red social que la envuelve (más allá de la familiar que protege), el sentido que le de a sus experiencias...

      No podemos evitarles a los hijos los sufrimientos ni las adversidades, por lo tanto no podemos garantizar que sean completamente felices ¿hay alguien que lo sea?, pero sí promover el que ellos aprendan a disfrutar de lo que hacen,tienen o anhelan. Enseñarles a ser claros (sinceros emocionalmente)con ellos mismos y con los demás.

      Muchos niños no adoptados crecen y se convierten en adultos infelices viviendo las dificultades (sociales o personales) como un problema insalvable en lugar de como un desafío. El desafío ante el miedo a ser abandonado es un reto a la vida. Una partida continua en la que las cartas vienen de la mano de dos jugadores, tu pasado y tú.

      Hay una frase de Jean Sartre que me gusta que dice "lo importante no es lo hicieron de nosotros,sino lo que nosotros hacemos con eso que hicieron de nosotros".

      Un abrazo

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    2. Por supuesto que coincido contigo, yo uso mucho la frase, esto es lo que hay, así que hagamos con esto lo mejor que podamos. O como mi mamá decía, pase lo que pase, uno nunca se deja caer.... Pero duele ver ese temor al abandono, ene mil veces al día me abraza y me dice "nunca te voy a dejar mami", y yo sé que lo que quiere es oír que yo nunca la voy a dejar. Para una niña a la que le angustian tanto las separaciones, papá vive de viaje, hermano estudia en otra ciudad. Así que yo trato de ser la presencia permanente a la cual pueda asirse. Y trato de evitar los momentos más duros, ejemplo, si papá viaja y se va de madrugada mientras ella duerme, no es tan duro como ir al aeropuerto a despedirlo, y cosas por el estilo.

      Algo que nos está funcionando es escribir su diario de emociones, todas las noches juntas lo hacemos, ella identifica qué fue lo mejor y lo peor del día, así poco a poco va poniendo en palabras lo que siente.

      Ufff, podría seguir y seguir, este tema me apasiona!!

      Te mando un abrazo bien grande.

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    3. Ciertamente es doloroso ver como necesita la confirmación continua de que es una persona valiosa y digna a la que no van a dejar!!.
      Es muy bueno lo que dices de escribir su diario de emociones para aumentar su capacidad de autoconciencia y observación.Ella tendrá que ir comprendiendo que su historia está relacionada con sus recciones emocionales y que incluso hay "gatilladores" que disparan su temor al abandono, tanto internos como externos.

      Te mando un fuerte abrazo y mucho ánimo en este acompañamiento en busca de la felicidad que haces con tu hija

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    4. Ayer olvidé ponerte la liga a la entrada sobre Diario de Emociones que publicó Cuaderno de Retazos, un blog que vale muchísimo la pena.

      Es un lujazo compartir este camino de mamá adoptiva con profesionales como tú y como José Luis y con mamás adoptivas como las muchas que leo a diario.

      http://cuadernoderetazos.wordpress.com/2012/11/18/diario-de-emociones/

      Un abrazo

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    5. Alejandra es muy interesante esa técnica que se describe en Cuaderno de Retazos. Gracias por compartirla, sin duda la recomendaré a algunos papás y mamás. Por cierto, me ha gustado el blog...lo pongo entre mis favoritos!!

      Un abrazo desde este otro lado del mundo

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  2. Con las niñas , pasará lo mismo.
    Son el 50% de la población infantil.
    Lo que no se nombra no existe.
    Usen un lenguaje no sexista.
    Gracias

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  3. Ana supongo que te refieres al comentario en el digo "muchos niños adoptados..". Por supuesto que me refería a niños y niñas. Generalmente empleo esta última expresión, nombrando tanto a unos como a otras en todas las entradas, pero en ocasiones se me puede escapar alguno.

    Saludos

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